“Please, read poetry” o la máquina del ultraje parte 2
(sería lindo ver a Pound en medio de la locura,
pidiendo leyeran sus cantos)
Éste, seduce a las bestias
a las amas de casa, a las librerías
uno, entreabre un canto
—para ser precisos—
uno abre un cuerpo
un arma, un verso agrio
e ínclitamente roto
amas
destruirlo antes del epígrafe
porque uno se obliga a inmolar
los poemas universales
para que al fin
funcione este bonito lema, bonito —dices.
Uno abre, entreabre formas que flotan
antipoemas sublevados
volviéndose contra sí mismos:
ya no hay cesto
sino una mole
luces intermitentes
cuatro palabras, cuatro cadáveres vivos
una frase burlesca, depuesta
lanzada al otro extremo de la otra orilla
de rodillas
raspadas.
bonita
hermosa
chula
preciosa
linda
bella
bellísima
geisha
musa
núbil
numen
alba
maja
alta
desnuda
hora
deshora
sublime
refugio
reposo
retórica
tierra
claro
cuerpo
quid
perla ad lítteram
coraza
fronda
dar
mirar
pulsión
cielo
zenit
tiempo
río
dama
joya
lengua
sur
introito
brisa
brasa
lumbre
relumbre
vértigo
duna
viento
génesis
plexo
médula
ceñida
celeste
nube
tenue
.
.
.
tiempo
quietud encorseta
fuego
arista
espiral
otoño
tu nombre
apenas
paradoja
in fieri
vaivén
oh
filigrana
poética.