Bendita eres, madre del hombre,
Madre de todos los hijos de Adán.
De tus pies brotó la rosa inmaculada.
De tu espalda voló la primera paloma.
De tus pechos surgió un manantial, lluvia de leche.
El céfiro de tu espíritu irradió la luz del despertar.
Déjame un beso, amor, para curarme,
para recordarte siempre
en el instante sublime de la eternidad.
Otra vez cierra su ojo de cuarzo la luna
Hay que aprender a morir el tiempo viejo
La sed es más intensa que el océano
y la garganta tan estrecha como una aguja de hilar
¿Del miedo al porvenir puede surgir un resplandor?
Siempre es arena la vigilia
La existencia se expande o resiente en simetría al amor
La mano tiembla incierta
pero repica la campana con más fuerza
La verdad avergüenza al diablo
Vivimos en la resurrección
Confío, con muchas dudas todavía
¿Cómo describir esta conmoción paralizante,
punzón al pecho,
afilada desazón?
¿De dónde viene, por qué aparece
nos muerde y se retuerce?
Personas, objetos, lugares
se tornan enemigos y nos dejan indefensos.
Hay un infierno en cada encrucijada.
La angustia enrosca su cuerda en la garganta.
Quizás, en una galería del ayer
quedó la memoria de un recién nacido
temblando todavía.
¿Cómo exorcizar estos demonios?
¿Químicos, terapia, flores de Bach, literatura?
Demasiados dilemas en medio del miedo y el veneno.
Víctimas de amenazas invisibles.
Lastimados entre harpías al pie de la locura.
¿Quién gobierna al mundo?
Chomsky dice que todo es una gran mentira.
Baldíos, basura,
estiércol, orín.
¿En esta tierra de promesas
dónde quedó la virtud?
Pedimos agua para lavarnos la cara.
Pedimos lluvia para limpiar nuestros pies.
En pulcros auditorios negocian sangre inocente:
paraísos malditos.
Zancadillas, sofismas de oro.
¿Dónde quedó el resplandor que supimos conseguir?
Quieren taparnos la boca.
Quieren arrodillarnos.
¿Quién gobierna al mundo?
Banquetes hipócritas,
inquina y ponzoña.
Hicieron de la historia un sepulcro blanqueado.
Nuestros pueblos están en estado de shock.
Todo progreso se desvanece en el aire.
¿Alguien cambiará el futuro?
La denuncia se vuelve necesaria,
la resistencia, poesía esencial.
Argentina sigue postergada.
País dañado.