Cuéntame una historia Joselito
de inviernos que anidaron anestesia en la carne
de la bala encajada en las ganas de no llegar a cien
de cómo rezumba la tatema en remolinos al despertar apenas
arribando al sexto piso y a ninguna parte.
A estas alturas inhalando el tufo lúgubre de la danza cotidiana
el hedor de la guadaña que con una lupa acecha el trago de café
y la rueda de rivotril rodando en la cama de lunes a domingo
de olvidar tu nombre en candilejas.
Vagamos aún la brecha miope de un tal Cronos
en este barrio carcamal de mundanos deseos y afilados dientes
para morder un retazo a los sesenta abriles fermentados
entre rojas manzanas y crónicos lagrimones.
Somos en este tramo
el irivenir de la dulce sangre que se amotina en silencio
entre el corazón y la exigua carne que se ausenta y el pálido cabello
que se tumba a destajo desde la azotea.
Esquizoides criaturas viajamos entre sueños y ciberlaberintos
nos ausentamos tibiecitos como algo parecido a la nada
el sol nos esconde en su sombra de las 6:30
y seguimos tarareando nuestra rolita más azul.
*
I will tell you a story then
since it’s what’s required to be heard:
I was straightening the bit
when it broke and bit
me in the eye. Almost blinded,
I went to the car and tried to see
my eye with my eye in the rearview.
I thought I might weep for a second
because, you know: consequences;
but there were no tears.
I went to the neighbor
and borrowed an ice pack and an ibuprofen
and, counseled, found a doctor
to check me out.
The next day the neighbor asked
how it went. I told him “the doctor said
‘you were lucky’, my wife said
‘you were lucky, dumby’ ”.
Having not learned from my mistakes,
what I’ve learned is largely to hear
my wife’s voice in my head
as I continue to make them.
Again: there were no tears.
A week before, I shattered
the back window of the van.
The anger was so brief,
almost sweet, watched,
almost enjoyed. I moved straight
on into the next phase: repairs,
remediations, this definitely
enjoyable, this my nature.
In your fifties every emotion
is kind of an act. It’s a compensation
really, it’s instead of learning.
It’s not changing, but it’s a change;
It’s a kind of purification maybe.
There are other chapters, but
this is the outline: breaks,
wounds, consequences, counsel,
voices, black shards in the pavers, dry
eyes, mirrors, remediations, joy.
So. We’re asked: we tell the story.
It would be better for you to see.
It would be better for you to ride in the van with us
to breakfast. It has a plexiglass window.
You would ask me why and I would tell you a story,
as it’s what’s required to be heard.
*
Puntos cardinales del tiempo,
¡felicidades! estás en la encrucijada del diablo
sobre tu cabeza brilla aún el decrépito sol vigesémico
es entonces cuando quieres milagros, pero sólo necesitas uno
el de tener las trilladas nueve vidas gatunas
divagaciones
incumples casi siempre con alguno de los diez mandamientos
¿culpa?
No.
*
A gritos el sexo continúa
crujir de cartílagos heridos
alma grietas
caminar de tristeza y vida
huesos de sexta que fueron de primera
saben a vereda
a maestría añeja
a la adrenalina de entraña evaporada
a caminos guardados en la piel.
*
El sexto piso
se siente como aire fresco de quinto patio
a vigor y cuero plegado frente al espejo
pero es sólo eso,
la epidermis de soles y últimos besos devorados
habrá que acostumbrarse
a estos prohibidos pálpitos del corazón amnésico que pide más
a su canto matinal y arrítmico por la emoción de nada y todo
a despabilarse y respirar sin razonar la muerte
o andar la extinción anticipada de la dulce muerte para en verdad vivir.
*
Cuéntame entonces más historias de la parra, Joselito
de los surcos y raíces que dejaste en las gotas de café
del olor entre los dedos y las despedidas
del sabor a la tierra seca entre los dientes
de las mañanas que vendrán y del vino que disfrutas en soledad.
*
Sexto Paso
había sido que llegar tomaba tiempo
ahí a la vuelta es casi pasando la medianera
estar nomás costó hijo y mujer
después de la medianera quedé solo
el río subió y lo demás es historia
Sexto Peso
a los veinte las cooperas de un peso con
treinta siempre eran lo justo
fue la cuarta vez y sin un quinto para una chela
seis a. m. al fondo del bolsillo aparece
siempre un billete
Sexto Piso
alguna vez me pensé en forma de Vitruvio
con mis dos distinguidas protuberancias
cruzando esa equis como incógnita resuelta
Sexto Pozo
de esta vida nadie sale vivo
tanto tiempo en llegar para irse así
sin aire sin agua sin los pequeños trozos de cal que aderezan esta mazorca
así diluidos entre las arenas infinitas.
Sexto Puso
Del lat. ponĕre.
Conjug. modelo; part. irreg. puesto.
1. tr. Colocar en un sitio o lugar a alguien o algo.
¡¿quien putas vergas me puso aquí?!
