Estos poemas pertenecen al libro Inventario del derrumbe,
disponible en versión digital
me sedujo la idea de no estar pegado a la piel
que cada pigmento reventara en lupus
liberara cada célula enferma
pensé en los pájaros muertos, en los árboles
en ofrecer mi cuerpo a otros tan necesitados
tengo la fortuna de encontrar la tierra prometida
doy vueltas sobre mi cabeza
logré entrar y hacer de la cueva un bosque
mitigar la soledad de sombras
hay una bestialidad en nosotros
*
enumerar el insomnio y las calles
la lluvia inundando la estación
la miseria y empatía del mendigo
es patético subir y no arrancar un poco de esperanza
hay lunas y estrellas que no pueden verse
los telescopios de papel enfocan perfectamente
las siluetas del alma, la tuya por ejemplo
es un viaje que nunca se realiza:
un extraño retorno que no llega al origen
sino que desvía el camino en un punto inexacto
para mirarnos
*
las palabras no tienen remitente
la carne está más viva que nunca
como una brasa que arde entre el licor:
todas las ausencias se manifiestan
invoco presencias, pasados
como si el otro que fui pudiera regresar
arrancar cabezas con sus colmillos
y en el primer descuido devorarme:
el que fui lo sepulté bajo la piedra
*
no tengo un inventario del derrumbe
tampoco la cifra de lágrimas que nos costó la pérdida
sólo un pájaro encerrado entre la carne y el corazón
no quiere desprenderse el canto que aprendió del bosque
lo tengo encerrado porque el campo de vuelo es infinito
—sus alas no son para volar por la carne desgarrada
el gato que habita en nosotros puede devorarlo—
*
la materia se encorva, da giros
sitia las palabras en el comienzo
el origen es el fin
manifiesta nuestras incapacidades
la esencia es el eterno regreso
lo construido pierde significado
lo construido es una casa derrumbada
el cuerpo es la hecatombe y el epicentro
los pasillos son los fantasmas que habitaron
entran a la recámara
las lenguas se entrelazan y los amantes mueren
morir es el principio, la eterna imagen
del espejo que mira en otro
la vida es amarga desde la concepción
deja entrever que será pronto sombras
las paredes se resquebrajan
los cuerpos muestran su miseria y así parimos
las estrías resaltan un río desolado
los amantes son dos animales que en fornicio
buscan un poco de tiempo
las ramas más largas y altas
las más extensas para subir a las copas
y dejar el alma colgada en los brazos del tiempo