Originaria de Rumania, Elena Parau es una artista experimentada que se puede encontrar en algunos de los sitios web internacionales más prestigiosos. Actualmente reside en Guadalajara, México.
Orgullosamente autodidacta con más de 15 años de práctica desarrollando técnicas únicas, para ella las palabras y las imágenes siempre han estado conectadas cuando se trata de creatividad. Se ha sentido atraída por la pintura desde que era una niña, y su arte siempre ha consistido en ofrecer un mensaje positivo y esperanzador en contraste con su infancia en Rumania, cuando el régimen comunista permitía poco color y libre expresión artística.
En 2008 decidió convertir su expresión artística en una carrera y comenzó a vender sus creaciones a nivel internacional. También desarrolló un interés por la psicología, la espiritualidad, la meditación y el desarrollo personal, todos estos temas que la influenciaron profundamente como ser humano y como artista. En el camino, se inspiró en pensadores como Louise Hay, Wayne Dyer, Neale Donald Walsh, Deepak Chopra. Además, aprendió sobre la terapia con ángeles de Doreen Virtue.
A partir de 2014 abandonó su exitosa carrera bancaria y empezó a vivir fuera de Rumania, en lugares como Italia, Canadá, Colombia y México, lo que ha enriquecido su estilo de pintura.
Habla 4 idiomas con fluidez: inglés, español, italiano y rumano.
Las experiencias que ha vivido durante su estancia en el extranjero, especialmente en Colombia, México e Italia, desde vistas, colores, formas, sonidos y sabores, han sido una inspiración para su trabajo artístico. La pasión e intensidad de cada pintura de Elena Parau refleja sus objetivos tanto artísticos como individuales, así como un viaje personal por la vida.
En la exposición “Tierra fértil: entre diosas y mujeres” hay mucha energía femenina, oro y púrpura, considerados colores reales. El concepto de tierra fértil parece muy representativo, porque en sus cuadros se pueden encontrar principalmente mujeres y flores. Tierra fértil en la que crecen las plantas, pero también tierra fértil como representación de la mujer (como una fertilidad que sólo pertenece a la tierra y a la mujer). Esta energía femenina es algo que retrata en sus cuadros a través de flores, colores, formas, textura, luz, mujeres sensuales, mujeres y hombres viviendo en armonía. En su experiencia personal, pintar, viajar y vivir en diferentes países hasta ahora le ha sanado de muchas maneras diferentes y le ha hecho entender su mundo interior de otra forma, mucho más relajada, con mucho más amor y compasión.
En general, el arte que está creando tiene como propósito sanar la mente, porque ella sabe lo importante que es para nosotros estar rodeados de piezas coloridas que vienen con mensajes positivos de armonía, belleza y amor. “Todo lo que elegimos para rodearnos nos influye y nos define. Mi enfoque es holístico, espiritual y femenino”.
En el país donde nació, Rumania, como aquí, en México, hay una lucha entre hombres y mujeres, en la que las mujeres parecen querer ser iguales a los hombres. En todas partes del mundo se habla de esto. Ella cree que tienen razón en algunos aspectos, pero piensa que mientras haya una lucha donde lo que importa es de quién gana, nadie ganará, de hecho esa tensión entre mujeres y hombres permanecerá.
También cree que ante todo las mujeres no deben olvidarse de ser naturales, así como los hombres deben saber ser auténticos, y sólo así, a través del equilibrio, se puede ganar más por ambas partes y juntos. La armonía y la paz vienen del equilibrio. El equilibrio viene de dentro de cada uno y de la capacidad para elegir a las personas adecuadas en nuestras vidas, porque sólo en las relaciones evolucionamos. Sería mejor que la mujer fuera femenina, en el sentido de que inspirara más que educara al hombre, que fuera la musa, mientras que el hombre debería ser masculino, respecto a tener una dirección en su vida, para que la mujer quiera seguirle y así crecer juntos. Sería mejor ver lo divino en cada uno. Sería mejor perdonarse y apoyarse mutuamente, no alimentar las guerras y el miedo.
Seguro que muchos de ustedes ya han oído la canción “I can buy myself flowers, write my name in the sand…”, es tendencia ahora mismo. Es una bonita canción, pero ella no cree que sea muy constructivo continuar esta guerra, que las mujeres siempre compran sus propias flores y todo lo que necesitan para estar satisfechas. “Yo creo que la armonía y la belleza que dos personas pueden crear juntos, donde cada uno sabe hacer su parte, es incomparable”.
En esta exposición ustedes verán sus propios conceptos de lo femenino y lo masculino, escenas de mujeres disfrutando del sol, mujeres divinas, mujeres que tienen la conciencia despierta y saben quiénes son, mujeres que saben callar y escuchar, mujeres apoyadas por hombres que a su vez apoyan al hombre en sus vidas, los 5 arquetipos de mujer (mujer aire, mujer agua, mujer tierra, mujer fuego, mujer reina), el amor divino y el amor como solución a nuestra evolución en la tierra, el sol con los dones de la divinidad, elementos exóticos y rumanos, flores delicadas y ternura, toda la ternura que Dios le dio cuando llegó en esta vida. Igual que la mujer es la luna y el hombre el sol, igual que necesitamos la noche para disfrutar del día siguiente, hay algo más grande que nosotros, a lo que llamamos Dios, Divinidad, Universo... y en realidad no importa cómo lo llamemos, “sólo es importante aceptar y creer que hay una energía más grande que nosotros, en cada uno de nosotros. Y no olvidemos que no somos Dios, pero Dios está en cada uno de nosotros”.
El trabajo de Elena es muy bien conocido por su estilo sofisticado, elegante y su paleta de colores. Ella usa sus pinceles como una poderosa herramienta de autoexpresión. Como artista, traduce el mundo circundante en un lenguaje de colores, transforma las emociones en formas elegantes y formas refinadas. El uso de esquemas de colores brillantes y texturas intrigantes hace que sus obras de arte se destaquen y reflejen la capacidad única de crear un impacto visual en el espectador.
Le gusta sumergir al espectador en experiencias únicas y cómodas de colores y texturas. Le gusta el arte misterioso, interesante, femenino, sensual y que expresa un estado de ánimo especial. Le gusta pintar de manera abstracta y combinar diferentes elementos de flores, cuerpos humanos, texturas, pero hay muchas otras ideas que está tratando de capturar. Además, le gusta dejar espacio a la fantasía del espectador.