Cuando aspiramos a analizar el fenómeno de la inseguridad en nuestro país, el estado y el municipio, resulta fundamental entender y considerar que la prevención es la inevitable y principal herramienta para desarticular y contener este flagelo social. Se ha confirmado que la sola utilización de factores punitivos y/o reactivos no son adecuados ni suficientes para ello, como se ha demostrado con el baño de sangre derivado de la guerra contra la delincuencia, además de los miles de desaparecidos y desplazados por este flagelo.
Por esta razón, ante hechos cotidianos de inseguridad en los entornos y senderos universitarios, nos hemos propuesto el estudio del fenómeno de la inseguridad y la prevención en los espacios urbanos, tomando como fundamento teórico la criminología ambiental, específicamente la teoría de la actividad rutinaria, adaptándola a nuestra realidad, generando propuestas de prevención que nos ayuden a contener y eliminar, en lo posible, conductas antisociales tanto al interior como al exterior de los planteles, mediante la eliminación de factores urbanos de riesgo. Dicha propuesta fue acuñada por Lawrence Cohen y Marcus Felson (1979). Esta propuesta ha sido adoptada por países con experiencias exitosas en materia de seguridad. Un ejemplo de ello es el Sistema Nacional de Seguridad de Canadá, país considerado actualmente como una de las diez naciones más seguras del mundo, de acuerdo con el Índice de Paz Global.
Estamos convencidos que debemos afrontar el fenómeno de la inseguridad desde la perspectiva de la prevención, y atacar desde las realidades que pocas veces las autoridades reconocen en sus cifras, y partir de un escenario y nunca de supuestos u ocurrencias, ya que ello nos pondría ante fenómenos no verificables y, por lo tanto, cualquier estrategia tendería sólo a reducir la problemática sin darle solución plena o, en su caso, atacarla de forma parcial.
En el transcurso de los años hemos identificado que, la mayoría de ocasiones, cerca del 95% de la incidencia delictiva en contra de la comunidad Universitaria ocurre en los espacios públicos, estos entes inertes que cobran vida por su influencia en las diferentes conductas delictivas que impactan a las personas y, en particular, a los universitarios, detalle confirmado con los reportes de incidencia de nuestra comunidad y validado con las diferente encuestas del INEGI, como la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), la cual en sus cifras correspondientes a septiembre de 2017 señala que 76% de la población de 18 años y más considera que vivir en su ciudad es inseguro. Este porcentaje no representa un cambio significativo respecto a junio de ese mismo año, pero sí es estadísticamente mayor al registrado en septiembre de 2016. La percepción de inseguridad resultó mayor en el caso de las mujeres, con 80.3%, mientras que los hombres se ubicaron en 71.1%.
Es importante precisar que los levantamientos que realiza el INEGI nos indican el factor que hoy pretendemos visibilizar, el espacio urbano. Nos permiten, también, darnos cuenta sobre la influencia de estos actores en la percepción de la inseguridad, como lo demuestra la siguiente gráfica sobre la percepción de inseguridad en los espacios públicos.
Observemos que al menos 8 de los 12 factores que identifica este levantamiento se relacionan con espacios urbanos, lo cual impacta en la percepción de inseguridad y, por tanto, debe tomarse en cuenta para el establecimiento de estrategias preventivas hacia la población urbana y estudiantil, en su caso.
Una descripción gráfica de la inseguridad que se vive en el país, concatenado con la incidencia a nuestros universitarios en materia delictiva, la presentan también las Encuestas Nacionales de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), 2014 al 2108, las cuales indican que, en promedio, 33.2% de los hogares del país tuvo, al menos, una víctima de algún tipo de delito.
La misma encuesta estima 22.8 millones de víctimas de 18 años o más, lo cual representa una tasa de 28,200 personas, por cada cien mil habitantes durante 2014, cifra estadísticamente equivalente a la estimada para 2013.
El caso de Jalisco sobrepasa la media nacional al incrementarse este rubro en 31,375 víctimas por cada cien mil habitantes, ubicándose por encima de la media nacional en las cifras de la tasa de víctimas de conformidad a la Envipe 2015.
Coincidentemente, los delitos más identificados como frecuentes en la encuesta Envipe son aquellos que afectan con más regularidad a nuestros jóvenes en los planteles, entornos y senderos universitarios.
Delito | % de incidencia por cada 100 mil habitantes en Jalisco (Envipe) |
---|---|
Extorsión | 23.1% |
Robo total o parcial de vehículo | 19.6% |
Robo o asalto en calle o transporte público | 16.1% |
Aunado a los datos anteriores, cabe destacar que solamente el 9.3% de los delitos son denunciados, quedando en la impunidad el 90.6% sin denunciar.
Los planteles escolares, principalmente los de niveles medio superior y superior, no son ajenos a las consecuencias derivadas de una creciente inseguridad en el país y la entidad. En la Universidad de Guadalajara, en febrero del 2017 un joven de preparatoria recibió una docena de puñaladas al ser asaltado; en otros incidentes, 14 alumnos de la Prepa 5 fueron asaltados por una misma persona armada en el mismo hecho; en la Prepa 7 se registró un intento de secuestro. Y así podremos señalar la cadena de incidentes delictivos en contra de esta población, en donde el factor urbano ha contribuido a la realización de los delitos.
Destaquemos que durante 2015 se registraron 190 incidencias relacionadas con la seguridad, de las cuales 131, equivalentes al 68%, fueron robos. Los principales incidentes son el robo de celulares, dinero, mochilas y computadora portátiles. A continuación, presentamos las estadísticas de incidencias delictivas en contra de la comunidad de la Universidad de Guadalajara durante los últimos 3 años.
Mes / Año | 2016 | 2017 | 2018 |
---|---|---|---|
Enero | 10 | 35 | 16 |
Febrero | 12 | 19 | 27 |
Marzo | 18 | 49 | 20 |
Abril | 23 | 18 | 27 |
Mayo | 19 | 30 | 29 |
Junio | 3 | 6 | 6 |
Julio | 2 | 0 | 5 |
Agosto | 29 | 62 | 25 |
Septiembre | 36 | 65 | 32 |
Octubre | 31 | 37 | 20 |
Noviembre | 21 | 28 | 0 |
Diciembre | 6 | 6 | 0 |
Total | 210 | 355 | 207 |
Al dimensionar estas cifras debemos reconocer la importancia y la inaplazable implementación de estrategias, criterios, lineamientos, programas y demás consideraciones en materia de prevención y seguridad institucional. Es urgente y prioritaria su aplicación, además de crear las condiciones de contención, disminución y, en su caso, eliminación de conductas delictivas en los planteles, entornos y senderos universitarios, coordinados con los tres niveles de gobierno.
Pese a que el estado y los municipios realizan esfuerzos que los han llevado a realizar un sinnúmero de acciones relacionadas con la contención y eliminación de factores urbanos de riesgo, estos serán insuficientes si no se complementa con una sinergia y la intervención de profesionales de las diferentes áreas del conocimiento que apoyen para propiciar espacios urbanos, normativos, ecológicos y mentales que generen saberes, orden y protección de la integridad física, mental y patrimonial de nuestra comunidad. Su participación es impostergable porque, como profesionales de las diferentes áreas del conocimiento humano, han estado alejados de la visión de la prevención de la inseguridad.
Cohen, Lawrence E., Felson, Marcus (1979). “Social Change and Crime Rate Trends: A Routine Activity Approach”. American Sociological Review. Núm. 44. Pp. 588-605.