La pregunta inicial no es cuánto se lee, sino cómo se ejerce la “comprensión
lectora”, que consiste, más que en memorizar conocimientos, en adquirir
destrezas para localizar, seleccionar o interpretar la información.
El círculo de lectura es una estrategia de formación de lectores, de comunicadores y redactores de una comunidad abierta al conocimiento, al aprendizaje y al empoderamiento de aquellos que les gusta aprender más y sobresalir. Promover la lectura, debatir sobre lo leído, sobre lo expuesto en el texto, de aclarar por parte del lector el ángulo de lectura y visión de lo escrito y publicado por un autor, de la revisión y reformulación de lo leído, de compartir y debatir con el autor y el conjunto de lectores del círculo, es una forma amplia de dar e imprimir movimiento a las ideas, de ser sabio en el manejo de la palabra y de acrecentar la oportunidad de disfrutar, gozar y jugar con el conocimiento.
El Bachillerato General por Competencias que se ofrece en la Universidad de Guadalajara establece la necesidad del fomento a la lectura como eje fundamental en la formación integral; con la adopción del enfoque por competencias se determina que el propósito es el desarrollar habilidades de lecto-comprensión de textos y de exposición de las ideas en el marco de la pluralidad y la tolerancia.
Es básico compartir documentos y socializar referencias para una mejor comprensión de la realidad como una constante en el movimiento y apertura a la crítica de los esquemas de homogenización del pensamiento. El círculo de lectura es una oportunidad para compartir, explicitar referentes, transmitir y generar ambientes de motivación e interés por el conocimiento entre los participantes, actividad que se realiza en un ambiente de cordialidad y respeto a las diferencias, conjuntando una dinámica de comprensión lectora a partir del diálogo.
Palabras clave: Lectura, lecto-comprensión, discurso, narrativa, filosofía.
La lectura es una actividad central para la adquisición de conocimientos. Ella nos acompañará a lo largo de nuestras vidas y nos permitirá comprender y reflexionar sobre el mundo que nos rodea. Leer, si bien puede ser un acto solitario, es una acción social, explicar nuestra visión del mundo es un acto social. Compartimos y damos a conocer quiénes somos y qué queremos ser. La lectura nos acompañará a lo largo de nuestra vida y con ello nos permitirá crear, imaginar y abrir las alas de la imaginación.
Hablar y escribir son formas de acción del lenguaje orientadas a la comunicación intencionada dentro de un contexto y, por lo tanto, movilización de una forma lingüística, cognitiva y sociocultural. Así, estas acciones del lenguaje o de comunicación y de representación de un mundo real e imaginario son una construcción del lector. Es decir, comprendemos el mundo como construcción lingüística mediado por procesos intersubjetivos situados en contextos sociales específicos. En este sentido el mundo, la realidad, el entorno, son un acto de comprensión epistémico-lectora en forma contextual y situacional de los sujetos como generadores de realidades a través del texto y el acto de comunicación e interacción social.
Buscar en sentido estricto consiste en localizar algo deseado. La búsqueda puede ser de lo material o inmaterial. La búsqueda material se reduce a los objetos, personas o cosas. La búsqueda de lo inmaterial consiste en dar razones a grandes preocupaciones intelectuales como la felicidad, el amor, la justicia, la vida, la trascendencia, etc. La búsqueda de la sabiduría, por tanto, es intelectual y consiste en dar razones para comprender el sentido de la vida.
La búsqueda desde esta perspectiva, para algunos, se encuentra en el interior de cada persona; esta visión resulta ser una exótica e idealista expresión que no consiste en encontrar datos apilados ya existentes, sino en incursionar en el autoconocimiento de las emociones, de encontrar la dulce calma como el perpetuo sendero a la felicidad. Pero también la sabiduría se adquiere a través del escrutinio del lenguaje, de la argumentación, del análisis de la lógica, de lo dicho y estructurado, esto es, como discurso.
La filosofía es una lectura crítica de lo existente; de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento, de la existencia de lo que es posible conocer, de imprimir un contenido de belleza o fealdad, pero sobre todo de dar una explicación de los fundamentos del comportamiento correcto e incorrecto en la práctica cotidiana de los sujetos. La filosofía es una actividad intelectual de producción de sentido; bajo esta perspectiva la filosofía nos enseña a reflexionar, cuestionar y replantear sobre verdades ya establecidas, a verificar hipótesis o al establecimiento del razonamiento problematizado y a encontrar nuevas conclusiones. La filosofía nos permite tejer un discurso y crear por tanto un diálogo a partir de un ángulo de lectura interesado, de una reflexión del pensamiento mismo.
De acuerdo con la información proporcionada por los alumnos de sexto semestre1 respecto de sus hábitos de lectura y de la posibilidad de incursionar en un círculo de lectura de textos de filosofía, se presenta el proyecto “Lecturas filosóficas entre textos y contextos”, bajo la premisa de que la filosofía ganaría reconocimiento y daría un fuerte impulso a esta actividad y, en particular, a la enseñanza de la filosofía.
La filosofía es un ángulo de lectura, una forma de ver y vivir la vida, por lo que vivir sin leer, es como vivir sin vivir, esto es, sin sentido, sin filosofía. La lectura nos da las alas de la imaginación, nadie nos puede prohibir la lectura, nadie nos puede cortar las alas, nadie puede prohibirnos leer; la lectura nos mantiene vivos y conectados, por esto existen infinidad de razones para vivir leyendo, razones no excluyentes, ángulos de lectura que potencian el razonamiento, la reflexión crítica y la necesidad de trabajar por un mundo mejor.
De entre las razones por las que la lectura es interesante se destacan las siguientes:
En correspondencia con lo indicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), al celebrar como día mundial de la filosofía el tercer jueves de noviembre de cada año, se presenta la tesis de que la filosofía es una disciplina que favorece el pensamiento crítico e independiente y trabajar en áreas de un mejor entendimiento del mundo, promoviendo la paz y la tolerancia, por consiguiente el presente proyecto busca establecer un punto de reunión entre los jóvenes estudiantes y volver la filosofía más accesible a través de la lectura y la comunicación, esto es, mediante la construcción colectiva de significados en torno a textos clásicos de la filosofía.
La filosofía es amor a la sabiduría. Es, por una parte, el gusto del conocer por el conocer, pero también del saber interesado; por consiguiente, leer filosofía no tiene como fin la conquista de certezas, es la búsqueda de lo que no se tiene claro, a pesar de no haberlo perdido, leer filosofía es abrir el deseo, es dar cuenta de que los anhelos del ser humano sólo encuentran alivio través de la filosofía.
La lectura es una práctica que conjunta placer y acción de manera simultánea, fomenta la integración grupal y el encuentro con otros estudiantes, es una forma de acercar e integrar de acuerdo con las necesidades de cada participante, un lugar de encuentro al coincidir con temas de filosofía, de acrecentar o ensanchar habilidades de comunicación y reflexión. Leer es bueno y por lo tanto promocionar la lectura es acercar a lo bueno. Si la literatura es una de las bellas artes, hacer que la gente se acerque a los libros es un acercamiento a la belleza. De las metáforas construidas en la promoción de la lectura se subrayan las siguientes: leer te da alas, te abre los ojos, te ubica, te hace ser, nos enseña a escuchar y permite el autoconocimiento, que nos reconozcamos en los otros.
En general, un discurso hace referencia al uso del lenguaje de individuos relacionado con una formación cultural, social y política determinadas por sus interacciones dentro de un grupo social específico. Los discursos emanan de interacciones sociales compartidas entre grupos sociales y de las estructuras complejas de la sociedad donde los discursos son capturados y van más allá del lenguaje mismo al incluir las acciones y conductas de las personas. La idea de visión del mundo específicamente cobra fuerza en el discurso, el que hace una diferencia de la concepción del lenguaje, ya que sus efectos sólo pueden ser entendidos en el contexto donde se conforman y, por ello, el discurso no se refiere a textos en sí, sino que implica patrones y comunidades de conocimiento y estructuras donde un texto es una realización estructurada de un discurso.
En todo discurso hay retórica, una historia que contar y en todo discurso hay argumentación. La retórica y la argumentación son parte del discurso y un discurso se construye a partir de los usos de la lengua y a partir de la lengua nos comunicamos e interaccionamos, esto es, establecemos un ángulo de lectura sobre ideas, conocimientos, creencias y emociones bajo determinadas situaciones. El discurso se presenta como una suma de interacciones contextualizadas de tal modo que un texto es un producto del proceso de comunicación y, en este sentido, la expresión oral es un producto discursivo, un continuo entre la interacción retórica y argumentativa.
Argumentamos para conocer, para construir una realidad a través del lenguaje. Argumentar es convencer, crear empatías, integrar una representación sociolingüística; por consiguiente, la actividad lingüística funciona argumentativamente en una dimensión comunicativa. Un diálogo entre la lengua, el discurso y el contexto, donde el mensaje discursivo representa en su conjunto el arte de la convivencia y la comprensión a partir de ese espacio retórico-argumentativo.
La comprensión de textos en el marco del círculo de lectura es simple: el texto es pretexto para complementar los saberes que se priorizan en las unidades de aprendizaje de Reflexión ética e Identidad y filosofía de vida. Por consiguiente, el esquema a considerar pretende recuperar el entorno en el que vive y comparte el estudiante. Por cada texto se buscará:
En general, la acción de leer como estrategia de comprensión gira en torno a un enfoque de elección lúdica y de compartir con otros la experiencia de lo leído. El conocimiento es un producto dado, el aprendizaje se crea haciéndose a partir de la lectura y la interacción con otros.
Leer implica reconocer textos en contextos y pretextos que se articulan para dar forma a estilos y prácticas de comunicación. Por esta razón, todo discurso debe ser entendido como evento comunicativo que se da en un tiempo y un espacio determinados, en interacción que integra aspectos verbales y no verbales en situaciones culturales determinadas. En la escuela es fundamental adquirir el hábito de lectura y en consecuencia de comunicación, por lo que construir una metodología del análisis de discurso es una tarea docente en todas las áreas del conocimiento.
La lectura es uno de los procesos intelectuales básicos para facilitar el aprendizaje. Estimular la comprensión lectora en el área de la filosofía es fundamental; leer es una tarea simple, comprender desde el punto de vista de la filosofía implica una actividad rutinaria. La lectura moviliza un conjunto de saberes propios de la trayectoria escolar, de su herencia cultural, de las expectativas y formas de quien lee o de quien interactúa con el lector.
El círculo de lectura, en tanto pretexto de socialización, es una estrategia que posibilita una cultura de diálogo, de encuentro y reencuentro con el conocimiento y con las actuales e inagotables formas y posibilidades de comunicación y empoderamiento que ofrece internet y el conjunto de herramientas y recursos con los que se dispone en la era actual de información y aprendizaje.
La filosofía es amor al conocimiento; es través de ella como el hombre sacia sus sueños de certezas, por demás efímeras. La filosofía no te dice cómo actuar, te enseña a pensar. Vivir sin la lectura es como vivir sin filosofía. En todo discurso hay retórica y en todo discurso hay argumentación. La habilidad argumentativa es explicativa, busca convencer, pero también hacer creer, descubrir al tiempo que busca influenciar, lograr o provocar reacciones entre nuestros interlocutores.
Leer es un acto cotidiano, los seres humanos leemos todo a cada momento, todo lo que nos rodea es lectura. Leer es comunicación. Sin la lectura no conoceríamos, no tendríamos información y nos costaría más imaginar. La lectura es esencial y es algo que debemos cultivar a lo largo de nuestras vidas. La filosofía es una herramienta práctica para abordar inquietudes existenciales, morales, efectivas y espirituales.
Un texto, para el efecto de la promoción de lectura debe ser entendido como un evento comunicativo que se da en un tiempo y un espacio y en interacción que integra aspectos verbales y no verbales específicos de una situación sociocultural determinada. La lectoescritura es una forma de acción de las tareas de aprendizaje orientadas a algún fin dentro de un contexto, que interactúan en forma lingüística, cognitiva y sociocultural. Así, estas acciones de comprensión son lo instrumentales del leguaje que admitimos como las formas de comunicación y de representación del mundo, sea real o imaginario: identidad enmarcada en un mundo comprendido como constituido.
1 Trabajo elaborado como parte del diagnóstico de la actividad tutorial.
García, N. (2015). Hacia una antropología de los lectores. México: Paidós-Fundación Telefónica-Universidad Autónoma Metropolitana. Recuperado de file:///C:/Users/Juan%20Manuel/Downloads/Haciaunaantropologia.pdf.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura. Proclamación del día mundial de la filosofía. Recuperado de https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000140277_spa.
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