Buenos días a la geometría cardinal
de nuestros actos cotidianos.
Buenos días a nuestras citas pospuestas
invariablemente en aras de la vida.
Buenos días a nuestras llamadas por teléfono
que nos permiten la ilusión de compañía.
Buenos días a los lugares comunes
que son nuestras palabras.
Buenos días a nuestros cuerpos
plenos de intolerable amor a todas horas.
I
Pertenezco
a una ciudad antigua
cuya herencia
celosamente conservada
es la dignidad vencida.
II
Agoniza la ciudad
en un valle desolado,
cual moneda lisa,
tortilla hongosa,
tequila derramado
en la banqueta;
lisa y llanamente
se le acabó
el acento gongorino.
En esta ciudad
el rostro luce
al principio
un sensato miedo
que luego
se convierte
en ebriedad
que no termina.
Al margen del poema
está la tierra, el sol
y las ventanas,
está el taller
de las buenas intenciones
y los actos redentores.
POR SU SEGURIDAD
SE PROHÍBE EL PASO
Ni modo de arrancarme un pie
para olvidar a la ciudad.
ella me tiene para siempre
soy su vicio.
Alejandro Aura
La ramera ciudad no quiere a nadie
insensible al amor, nos deja solos:
nuestro desnudo gozo para nadie.
¡Caminamos tan juntos y tan solos!
En cada esquina la miseria muda
exacto espejo de nuestra alma impura
nos pone cara a cara con la duda,
con la falsa piedad que nada cura.
Cuántas heridas graves pueden darle
a la ciudad, despojada de la suerte
y quién tiene valor de abandonarle
si todo amor que nos pierde es tan fuerte
seguiremos pagando puntualmente
a esta ciudad su olvido hasta la muerte.
Deviene escozor
todo movimiento:
es alivio el sonido
de las fuentes:
nostalgia de mar
que la ciudad revela.
Avenida Juárez:
una y media de la tarde.
Un destilar de ausencias
convoca entonces
la extensa realidad
sin límites precisos:
camiones, edificios,
lustrosas mercancías,
una larguísima avenida
colmada entonces
de encabronado sol
y muchachas estivales.
Verde jardín de abril
otros te han hablado
con mejor temple,
con imágenes de gran belleza,
yo solo aventuro
que en este momento,
ineluctable, como todos,
eres
(a nadie engañas)
un insensato viejo verde.
Una disculpa a John Lennon, porque aquí es otra cosa
Imagina que se toman
las puntuales medidas
contra la desgracia,
se dicen palabras claras,
el amor es proyecto realizable
y las derrotas son apenas
un vestigio recordado.
Imagina que tienes
toda la astucia necesaria
para aprender las claves
que señala el viento
cuando limpia la ciudad
(esa nuestra casa total)
Imagina que vives
lo que el corazón demanda
y en el derrumbe cotidiano
crepitas luminosamente.
Imagina que las voces
de la gente son pertinaz tormenta
que esta vez colmará la sed,
el ahogo… imagina.
Días tranvías
rumbo al gordo nudo de la muerte.
Días de la vencida ilusión
en duermevela.
Algo se va quebrando
ora en la ciudad ora en los mares.
Y los días hinchan su soledad
a interminables horas.
Días vacíos,
días sedientos
como perros.
Luis Rico Chávez
Francisco Rodríguez Barrientos Costa Rica
Jimena Tierra España
Christopher Valladares
Julio Alberto Valtierra
Juan Castañeda Jiménez
Dení Marín Grajeda