Educación media superior: cobertura con calidad y pertinencia

Juan Manuel Ortega partida | Yésica Cecilia Núñez Berber

 

 

 

Abstrac
Una educación con calidad es la exigencia del entorno social y económico del siglo XXI. Ofrecer servicios de educación media superior en México es una obligación del estado a partir de la reforma constitucional del 2012. En el presente ensayo se aborda la exigencia por mejorar la calidad de los servicios educativos en el nivel medio superior, por tanto la iniciativa de la Secretaría de Educación Pública es crear el Sistema Nacional de Bachillerato y la constitución del Marco Curricular Común que permita el reconocimiento de la diversidad de opciones que se ofrecen en este nivel, la movilidad y el tránsito de estudiantes en este subsistema y la pertinencia requerida para este nivel educativo.

Introducción
El expresidente Felipe Calderón, el pasado 8 de febrero de 2012, firma el decreto en el que se establecen las reformas constitucionales a los artículos 3 y 31 constitucionales, que establecen la obligatoriedad del estado de ofrecer cobertura universal en educación media superior.

Educar para la buena vida es la expectativa a cumplir en la sociedad del conocimiento. Que a todos los seres humanos le sean garantizados los bienes culturales producto histórico de la actividad humana. Adquirir competencias para la realización de una actividad productiva es tan sólo una tarea que la sociedad enfrenta para la educación de las nuevas generaciones.

La escuela es la postulación formal del proyectivo formativo que se desarrolla en el marco de una sociedad que invierte en la formación de sus cuadros de profesionales y técnicos. La complejidad de la escuela en tanto estructuración social o sistema que ofrece dicho servicio no está en discusión. El sistema de educación en México es una estructuración de niveles y opciones formativas diversas.

En el ámbito económico, contar con una educación media superior (EMS) en todo su potencial será cada vez más un requisito para que los jóvenes logren obtener un empleo razonablemente bien pagado y que les ofrezca posibilidades de desarrollo laboral. La cobertura, la calidad y la pertinencia de los estudios es el reto de una sociedad que pugna por la innovación, el uso eficiente de sus recursos y acrecentamiento de una sociedad que garantice la conservación y sustentabilidad como forma vida.

El presente ensayo busca una aproximación a la problemática de la cobertura y la discusión académica de la calidad y pertinencia de los estudios del nivel medio superior a partir de la creación del Sistema Nacional de Bachillerato que como parte de la Reforma Integral de la Educación Media Superior se establece por la Secretaria de Educación Pública en el sexenio 2006-2012, así como el arribo a la etapa de la modernización y compromiso en el sexenio 2012-2018.

Educación media superior en México
La EMS es aquella que por antecedente formativo se ubica en el inmediato precedente de los estudios de licenciatura, mismo que forma parte de la formación de personas cuyos conocimientos y habilidades deben permitirles desarrollarse de manera satisfactoria, ya sea en sus estudios superiores o en el trabajo y, de manera general, en la vida.

La EMS en México está compuesta por una serie de subsistemas que operan de manera independiente, sin correspondencia a un panorama general articulado y sin que exista suficiente comunicación entre ellos.1 Desarticulados entre sí, el reto es encontrar los objetivos comunes de esos subsistemas con la intención de potenciar sus alcances, sin perder de vista la competitividad que se exige a sus egresados.

En este orden de ideas no se debe perder de vista que se requiere en el país una EMS con todo su potencial, requisito para que los jóvenes logren obtener un empleo razonablemente bien pagado y que les ofrezca posibilidades de desarrollo laboral.

La EMS, pluralidad curricular y búsqueda de opciones operativas
La EMS se constituye como opción formativa propedéutica y profesionalizante en México a partir de la década de los setenta.2 Esta dicotomía influye considerablemente en la orientación con la que históricamente se ha presentado esta opción formativa. Como producto de este desarrollo histórico existe un catálogo considerable de instituciones y planes de estudio en el país. Por un lado esto resulta en una sana pluralidad y, por otro, ante la falta de un sentido general de organización, en una dispersión curricular que no expresa los objetivos comunes que debería tener la EMS.

La matrícula se encuentra distribuida en las siguientes opciones formativas entre las que se identifican:

  • Las preparatorias.
  • Los bachilleratos tecnológicos (BT).
  • Los centros de estudios de bachillerato (CEB).
  • Los centros de bachillerato tecnológico industrial y de servicios (CETIS).
  • Los colegios de educación profesional técnica (CONALEP).
  • Los colegios de estudios científicos y tecnológicos de los estados (CECYTE).
  • El colegio de bachilleres (COBACH), y
  • El Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Opciones que se ofrecen por las dependencias centralizadas y descentralizadas de la federación, de los estados y las instituciones universitarias autónomas, principalmente.3

En cuanto al tipo de control de este nivel, la Ley General de Educación otorga facultades concurrentes al gobierno federal y a los gobiernos de los estados; ambos tienen atribuciones para organizar y operar servicios de EMS. Las universidades públicas y las particulares con reconocimiento de validez oficial de estudios también tienen participación en este nivel. Las opciones asociadas a las universidades públicas se identifican como de control autónomo.

Es una distribución que atiende las especificidades propias, por lo que se puede apreciar que las opciones de EMS son variadas y tienen orígenes e historias diversas. A pesar de que los objetivos de las distintas instituciones son a menudo semejantes, los planes de estudio de cada una de las opciones son distintos y la movilidad entre instituciones tiende a ser complicada, sino es que imposible.

En el marco de la diversidad de opciones se establece a partir de la federación la búsqueda de opciones para un adecuado desarrollo de la EMS en México, es por esto que se plantea un programa de reforma que busque considerar aspectos comunes a los distintos subsistemas, al tiempo que atienda esta falta de articulación. Aunque los objetivos de distintas instituciones pueden ser similares, no se ha trabajado lo suficiente en una clara definición de la identidad de este nivel educativo.

La búsqueda de la identidad no debe entenderse como la unificación de los planes de estudio o la homologación curricular. Los estudiantes deben tener libertad de elegir entre diferentes opciones de acuerdo a sus intereses, aspiraciones y posibilidades. La matrícula de la EMS es cada vez más plural, y el sistema educativo debe dar cabida a esta diversidad.

Adicionalmente, la pluralidad de modelos académicos enriquece la búsqueda de respuestas a los desafíos de la educación. En un país que enfrenta grandes retos en esta materia es deseable que las instituciones respondan a ellos de manera que puedan avanzar sobre su propio aprendizaje y el de otras instituciones.