Luis Rico Chávez: Estamos a fin de año, a fin de sexenio, a fin del mundo, así que lo primero que te pediría sería un balance de lo que ha hecho la Jefatura de Publicaciones del Gobierno del Estado.
David Izazaga: A mí me tocó llegar a la mitad del sexenio. Aunque había habido ya la invitación antes (para estar al frente del área), nunca se pudo concretar nada, por lo que la Jefatura de Publicaciones estuvo acéfala los primeros tres años del gobierno. No hubo nadie a cargo. Entonces me toca llegar a la mitad. También justo en el momento en que llega Lourdes González (como secretaria de Cultura), llegamos el mismo día. Y como los dos sabíamos que no teníamos un sexenio para operar, sino tres años, platicando con Lourdes González me pregunta: “¿Qué crees que es lo urgente en tu área?” Yo siempre había sido muy crítico hacia esta área, cuando no estaba aquí adentro, desde fuera criticaba a la Secretaría por no publicar, no dar mucha entrada a nuevos autores, a primeros autores y autoras. Entonces yo le dije eso: “Yo creo que la Secretaría tiene un pendiente con los nuevos autores y autoras”. Hay muchos talentos emergentes y me parece que no se está publicando lo suficiente; de repente publican alguno, mucho a los artistas y a los creadores ya consolidados, pero muy poco a los jóvenes. Y fue como nació la idea de hacer la convocatoria de La Maleta de Hemingway en 2021. En el momento que llegué a la Secretaría lanzamos la convocatoria, y era un poco como a ver qué pasa; al final hubo cuatro convocatorias de La Maleta. No teníamos idea de si iba a ser una única vez, pero en la primera nos fue muy bien y dio la pauta para considerar que no era nada más crear una convocatoria única, sino que aguantaba lanzarla cada año. En esa primera convocatoria llegaron 52 propuestas, de las que publicamos catorce. En la segunda y en la tercera publicamos diez en cada una y en la cuarta convocatoria, de 2024, se publicaron quince libros. En total de las cuatro convocatorias hemos publicado 49 libros de nuevos autores y autoras jaliscienses. Este detalle nos demuestra que no nos equivocamos, porque a una convocatoria estatal llegan más de cien propuestas… Yo me acuerdo que me decía en algún momento mi anterior jefe: “Te van a llegar 20 o 30”, y cuando llegan más de cien, pues sí nos sorprende, y la verdad es que creo que sí aguantas este ritmo como para publicar, entre los que llegan, al menos diez libros de calidad. Otra cosa padre de La Maleta, Luis, es que no se restringe a un género. No es nada más narrativa y poesía. Está abierto al cómic, al libro ilustrado infantil. Hemos publicado libros ilustrados infantiles, crónica, apuntes de viaje, qué sé yo, lo que sea. No hay restricción en cuanto al género. Y el resultado es este. Creo que el mejor balance de La Maleta, en este rubro, es que luego de cuatro convocatorias hay 49 nuevos autores y autoras. En este momento ya se puede empezar a ver, en retrospectiva, que hay autores de la primera (convocatoria de la) Maleta que ya están publicando su segundo libro, que ya están ganando premios estatales, nacionales. Me parece que esa es una señal para decir “tenemos que seguir con esa convocatoria”. Fuera de esa convocatoria, porque no es lo único que hicimos en la Jefatura de Publicaciones, estaba el tema de darle continuidad a las propuestas que llegan aquí, ya no de primeros autores, y para ello creamos un consejo de publicaciones, y toda propuesta que llega es leída y dictaminada por el consejo. En suma, además de los libros publicados de La Maleta, en los tres años de mi jefatura han salido 97 títulos, de diversos temas. Sobre todo, yo he procurado hacer muchas coediciones tanto con editoriales locales como con las de fuera, como la Universidad Autónoma de Nuevo León. Me tocó hacer dos coediciones, una del premio Agustín Yáñez, Hiram Ruvalcaba, que lo ganó hace 3 años. Y este año (2024) hicimos Loco por destruir de Juan Fernando Covarrubias. Yo he estado buscando vínculos con otras editoriales, que me cubran un poco mi deficiencia, porque, como tú sabes, una de las patas de la que cojeamos es que nuestra distribución es muy limitada, en el sentido de que los libros que tenemos se venden en nuestra librería, los llevamos a ferias de libros, pero no tenemos una distribución nacional, y las coediciones me garantizan un poco eso. La Universidad Autónoma de Nuevo León está distribuida por todos lados, entonces esa es una ventaja. Hice coediciones con muchas otras editoriales nacionales, estatales, locales, municipales incluso. Yo creo que, en el balance que me pides, otro de los logros ha sido revivir el espacio de la librería, que estaba un poco abandonado. La Maleta me ayudó mucho a posicionar el lugar, porque ahí constantemente estuvimos haciendo actividades, presentaciones, tanto en la librería como en el Ágora (del Exconvento del Carmen), que está al lado. Y fortaleciendo los títulos que ofrecemos en la librería. Yo creo que a estas alturas, después de tres años y cuatro o cinco meses, ya tenemos posicionada la librería y ya podemos decir que hay buenas ventas, que es un punto de encuentro. Creo que esa es otra de las cosas que pondría dentro del balance de la Jefatura en este tiempo. Y aunque no es parte de mi trabajo, también incluyo el tema de la promoción —porque me gusta mucho, pues a ello no me obliga mi puesto—; no me parece bien nada más sacar el libro y dejarlo ahí, por eso es que vamos a donde nos invitan, a prepas, a leer, a todo lo que tenga que ver con el tema de promocionar los libros que traemos, ya sea en ferias de libros, en lecturas a las que nos invitan, a donde quieras vamos. Normalmente cada mes tenemos tres o cuatro actividades exteriores a (la Secretaría de) Cultura, para mover los libros, para seguir moviéndolos, que es el objetivo. Ese sería más o menos el primer balance, Luis.
Luis Rico Chávez: Sobre el tema de la promoción, con estas modernidades de las benditas redes, tú eres un personaje muy activo en ellas, y todos los días publicas sobre actividades a lo largo del año, de repente andas en tal municipio y luego en otro. Me gustaría que me hablaras un poco más del David itinerante, que acompaña a los autores; sobre todo, esa cercanía con los autores qué experiencias te deja, el estar en diferentes municipios, incluso ir a otros estados de la República. Cuéntame un poco de tus experiencias en este sentido.
David Izazaga: Sí, claro. En algún momento la secretaria Lourdes González me dijo que quería que fuéramos al menos a unas tres o cuatro ferias del libro nacionales, y que aprovecháramos la oportunidad de ir a algunos municipios para difundir lo que estábamos haciendo. El año pasado (2023) estuvimos en la Feria del Libro de Querétaro, en la de Colima, en la de Tijuana. Ahí establecimos vínculos, recibimos invitaciones, y aprovechamos para llevar nuestras novedades. Eso estuvo bien padre, porque se visibiliza, se muestra en otros estados el trabajo que se está haciendo acá en Jalisco, y es una dinámica muy diferente a la estatal, porque pues obviamente aquí te conocen, saben quién eres, pero llevar fuera a nuestros autores, a otros estados, eso implica otras cosas. A mí me ha gustado esto de ir a los municipios. Así constato, por ejemplo, que el tema más fuerte de autores está en el sur de Jalisco. Simplemente de los libros de La Maleta, de los 49, diez son de autores del sur. Hay una efervescencia en el sur de Jalisco. Después de la zona metropolitana, es la zona mucho más fuerte, más posicionada en el tema de literatura y de publicaciones, y ahí ya tenemos dos espacios bien importantes, la Casa Arreola y el (Centro para las Artes) José Rolón. Y entonces aprovechamos que tenemos casa, digámoslo así, para estar yendo en cuanto se pueda, tanto para hacer actividades, cuando nos invitan, cuando organizamos el Coloquio Arreolino, pues vamos y llevamos a los autores y todo. También establecimos un buen vínculo tanto con la universidad, con el CUSur (Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara), como con el municipio; eso nos dio oportunidad de tener un ida y vuelta muy activo, porque era la Feria Municipal del Libro, íbamos; nos invitaban en el CUSur a su evento de libros, íbamos. Y nosotros preparábamos presentaciones en la Casa Arreola. Todos los libros de los autores de allá, claro que los presentábamos. Cualquier cosa era un buen pretexto para llevar libros, para hacer lecturas. En el caso particular del sur fue muy intenso. Pero no solamente fue el sur; fuera del sur estuvimos yendo a otros municipios. Desde luego Puerto Vallarta, pues en la costa también hay un movimiento muy fuerte. Estuvimos en la Feria del Libro el año pasado; espero que podamos estar en el 2025. Constantemente nos invitaron diversos organismos a hacer presentaciones. En la Biblioteca de los Mangos, hace cosa de mes y medio estuvimos presentando las novedades editoriales. Un libro de Jorge Souza, uno que hicimos con (la editorial) Espina Dorsal. En Autlán también estuvimos. En fin, muchos municipios. Fíjate, cuando participamos en Guadalajara Capital Mundial del Libro, tuvimos un proyecto de hacer dos mil ejemplares de ocho títulos de libros de bolsillo de autores Jaliscienses, tanto contemporáneos como ya consolidados. Ese proyecto nos permitió viajar por muchos municipios —es un proyecto bien bonito y ojalá lo podamos repetir—, íbamos a las regiones, presentábamos el libro y lo regalábamos a toda la gente. Publicamos La boda en Tuxpan de Refugio Barragán de Toscano y fuimos a Tuxpan y lo presentamos en el auditorio ante 150 personas. Regalamos el libro a los asistentes luego de una presentación bien bonita. A mí ese asunto de trabajar en municipios e ir a los municipios a donde normalmente no es común que vayan los libros que publica la Secretaría de Cultura y más que se regalen. Te digo, municipio al que me invitaban, iba: “Oye, ¿cuándo vienes a presentar, a traernos los libros?” “Cuando me invites”. El programa nos permitió recorrer varios municipios para llevar libros. Creo que esa parte es muy importante; la secretaria Lourdes González en su momento nos pidió mucho eso, nos decía: “Ustedes no son la Jefatura de Cultura de la ciudad de Guadalajara, son de Jalisco y hay que ir a los municipios, hay que salir”. A mí me gusta mucho ese contacto con los municipios y llevar a los autores y que las personas vieran a los autores y que les firmaran sus libros y que platicaran con ellos. Repito: no está dentro de mis funciones de Publicaciones, porque lo mío sería publicar, y ahí está tu libro y arréglatelas como puedas, pero me da un poco, no sé, dejar a los autores solos y no empujarlos y no llevarlos y no ayudarlos a que el libro siga circulando. De las cosas que a mí más me gustaron en estos tres años al frente de la Jefatura fue tener la oportunidad de visitar municipios y desarrollar actividades con cualquier pretexto: las fiestas del pueblo, el aniversario de la biblioteca, una pequeña feria del libro, con cualquier pretexto nos invitaban e íbamos con ese pretexto. Creo que eso también al final suma a todo lo que estuvimos haciendo porque, repito, el tema es que el trabajo no se trata de hacer el libro y guardarlo en la bodega o llevarlo a la librería y que vaya quien quiera, sino hacerlo que circule, y venderlo, regalarlo, prestarlo, llevarlo a las bibliotecas, porque el libro guardado no sirve de nada. Lo que queremos es que circule como sea. Afortunadamente somos gobierno, no somos una empresa; si fuera una editorial ya me hubieran corrido, porque obviamente no se reportan ganancias. Pero somos un gobierno y tenemos que actuar, pensar un poco diferente.
Luis Rico Chávez: No sé si me puedas contestar esta pregunta. Ya vienen los cambios, el nuevo gobernador (Pablo Lemus) toma posesión. No sé si hay algo en firme para ti de continuar al frente de la Jefatura. Digo, si es secreto de Estado y no lo puedes divulgar…
David Izazaga: Lo que te puedo decir es que ya recibí la invitación del nuevo secretario (de Cultura) de continuar. O sea, él me invitó a continuar en la Jefatura de Publicaciones. Me preguntó si quería continuar y le dije que sí. No he firmado nada, no hay nada oficial, pero ya manifestó el secretario su interés de que me quede. Ya le dije que sí, me interesa quedarme y ya estoy viniendo aquí a seguir trabajando. Yo confío en que en los próximos días ya esto se pueda hacer oficial, pero al parecer sí podría haber continuidad.
Luis Rico Chávez: ¿Seguirías con el proyecto de La Maleta de Hemingway, la promoción de obras y qué más?
David Izazaga: Déjame decirte que yo, por cualquier cosa de si seguía o no seguía, tuve oportunidad de hacer el presupuesto 2025 y ya quedó etiquetado el presupuesto para La Maleta 2025; o sea estuviera yo o no estuviera, esa convocatoria iba a salir. Yo confío en que eso no se mueva, en que tengamos una quinta convocatoria de La Maleta los primeros meses de 2025. Y para las otras cosas tendré que platicar con el secretario para considerar también cuáles son sus intereses y cuáles son sus ideas y empatarlas con lo que yo tenga. Te puedo hablar un poco sobre mis ideas de continuidad de las cosas, pero a lo mejor él tiene interés en otras áreas o en otros temas y ya habrá que dialogarlo y empatarlo. No es que en este puesto pueda hacer nada más lo que se me ocurre o se me antoje, sino que tengo un jefe y habrá que platicarlo. Pero por lo poco que conozco a Gerardo Ascencio (el nuevo jefe de Cultura del gobierno de Jalisco) sé que es una persona muy sensible en el tema de las publicaciones, pues en el ayuntamiento (de Guadalajara) tuvo mucho que ver con esta colección que hicieron bien bonita de estos libritos que publicaron de crónicas de varios autores. Publicaron una antología, una recopilación que hizo (Juan José) Doñán, un libro de Ulises Zarazúa. Biblioteca Tapatía se llama esa colección, en la que aparecieron como cinco o seis títulos, entre ellos uno de Alberto Gómez Barbosa, crónicas muy padres. Yo sé que Gerardo es un tipo al que le gusta mucho el tema de los libros. Yo espero que haya interés de su parte para platicar, a ver qué otras cosas podemos hacer. También, obviamente, espero que haya un buen presupuesto para poder hacer libros. El presupuesto de la Jefatura ha ido disminuyendo desde que llegué; cuando llegué tuve la fortuna de que el tema de la capital mundial del libro fuera un pretexto que surgió para tener más presupuesto, pero lo tuve nada más ese año y de ese año para acá ha ido disminuyendo. Ahí nos las hemos arreglado para no bajar el número de libros publicados por año, porque hemos seguido publicando más o menos 30 libros al año, que es para lo que nos alcanza el presupuesto. Espero que podamos tener un poquito más, no solamente porque con el mismo dinero no vamos a hacer los mismos libros, ya ves que el papel está subiendo muchísimo, pero ojalá y tengamos más dinero para proyectos nuevos.
Adriano de San Martín Costa Rica
Rolando Revagliatti Argentina
Liz Carbajal
Rubén Hernández Hernández
Alfredo Lemon Argentina
Ana Romano Argentina
Marvin Salvador Calero Nicaragua