Hoy el día amanece diferente
tus sueños son confeti gris en el vacío.
Indefensos tus disfraces
uno a uno se derriten, abatidos.
La niebla de la perplejidad
invade los rincones de tu fe
y los barrotes de un encierro impuesto
impiden tus habituales devaneos.
En un instante tus planes se disuelven
a comer y obrar tu vida se reduce…
Siénteme, estoy en tus respiros
te veo, me conmuevo y como nunca te amo
sé que entre brumas sufres
resistiendo tu personal galimatías
palpas en piel abierta el drama tuyo
de los tuyos y de todos.
Se resquebraja el suelo al que te aferras
se distorsiona el tiempo de tus frágiles anhelos
estupefacción y desconcierto, silencio y nada…
Natura no te ha invitado a su festejo.
¿Qué te queda cuando todo se derrumba?
¿Cuando a medio metro, la amenaza flota?
Comprendes, es individual este proceso.
Suelta, eres libre para volar mientras te acuno
viajemos por confines
donde son innecesarios los por qué
donde las culpas y culpables
son bufones vulnerables
y las promesas sollozan
venerando árboles y flores.
YO SOY en ti y siempre he sido
tú estás en mí y siempre seguirás estando.
Tu única seguridad en este efímero aislamiento
al sumergirnos en tu espacio interno
es reencontrar unidos en medio de la calma
cifrada entre tus genes, tu sacra eternidad.