Hace algunos años, en uno de mis viajes a Monterrey, íbamos en el auto de una de mis sobrinas. Manejaba Pedro, su esposo. En el trayecto cruzamos por la colonia Las Mitras y yo hice alusión a mis años juveniles en estas calles. Pedro me ofreció recorrerlas, y en un momento dado nos detuvimos en Parras, mi calle… Fue un instante lleno de magia. La nostalgia se agolpó en mi pecho. Este sentimiento es el que nos reúne esta noche.
Siempre he sabido que quienes crecimos en estas calles vivimos esa experiencia de manera muy singular. Mi libro anterior, Resonancias… me dio la pauta para Las Mitras antes del caos. Cuando comencé a darle forma a este proyecto, las cosas se daban con una meta precisa: honrar esta colonia. Pero la meta aún era confusa, había que hurgar en la historia.
Hace unos días escribí este aforismo: La memoria es una lámpara en la obscuridad del pasado… y nuestro pasado en sus calles necesariamente es colectivo, por eso apelé a los recuerdos de los amigos.
Comencé entrevistando a Rolando Santos y, al otro día, a Carlos Meade y Rubén González. Era mayo de 2016… así comenzaron a aflorar las anécdotas, los datos en torno a la colonia, en torno a su historia y sus colonos.
Las ideas crecieron. La información se vino acumulando de una manera impresionante. Entonces comencé a ver el valor de nuestra nostalgia. Se me presentaba con claridad la historia de las primeras familias que llegaron a la colonia.
Los sabores, los aromas de sus recuerdos se vinieron acumulando de una manera impresionante. Y además los amigos, la raza mitreña que vino apuntándose para participar, para ser entrevistados, para contestar cuestionarios escritos, para participar de una u otra forma también se multiplicó de manera inesperada… podría decir de manera descomunal, todo lo cual para mí resultó muy gratificante.
Así comenzó mi tarea de darle forma a este homenaje colectivo, este homenaje que todos nosotros le damos a la entrañable colonia Las Mitras.
Con otro aforismo resalto que el hombre es la suma de sus recuerdos. En Las Mitras antes del caos está la suma de muchos de nuestros mejores recuerdos.
En este libro destaco la esencia de varias generaciones que nacimos o crecimos en la colonia… y esa esencia —que moldeó a las juventudes mitreñas durante las primeras décadas de su historia— ha sido y sigue siendo la amistad.
Escribir mis apuntes, darle un perfil al formato del libro, alumbrar cada rincón de cada página me significó sudor y placer a un tiempo. La transcripción de las entrevistas es la parte que exige más esfuerzo en el trabajo periodístico. Es una tarea que no la puedes delegar porque es cuando se crea el puente entre las palabras y la creación. Se requiere que tú mismo la transcribas para poder entender cabalmente al entrevistado, para captar el ritmo de sus palabras, para atrapar la riqueza de sus giros de lenguaje, todo eso que los distingue de manera particular. En todas las entrevistas (salvo las respuestas por escrito a los cuestionarios) hay un vaivén coloquial que enriquece el contenido de la charla.
Todos los encuentros se dieron en un plano amistoso, íntimo, familiar… lo cual expuso de manera natural el lenguaje coloquial de los personajes entrevistados… eso enriqueció el perfil del personaje entrevistado y lo presentó con los rasgos que lo caracterizan.
La creación de este libro implicó un trabajo profundo pero lleno de satisfacciones. No sólo es el homenaje a la colonia. En sus páginas se recuperan sus calles y su historia plasmada entre todos, en cada época, en cada perfil.
Sí, es cierto, no sólo le hacemos un homenaje a la colonia al recordarla antes del caos, también recuperamos su libertad. Recuperamos los acontecimientos que la hicieron singular. Recuperamos de manera extraordinaria las experiencias de aquellas muchachas y aquellos muchachos que fuimos. Nos recuperamos a nosotros mismos. Como digo en uno de mis epígrafes: recuperamos a los que entonces fuimos. Nos recuperamos a través de la nostalgia y aquí, en nuestro libro, queda el registro indeleble.
Aquella vez en el auto de mis sobrinos transité por las calles de nuestra colonia como un romántico nostálgico…
Así pues, Las Mitras antes del caos queda realizado por la nostalgia que nos une.
Por nuestra amistad.
Por las cosas compartidas.
Por los recuerdos.
Por la memoria.
Contra el olvido.
De mitreño a mitreños.
Este testimonio múltiple.
Estos recuerdos imborrables.
Con mi afecto.
Con un fuerte abrazo para todos ustedes.
