Vivir, amar, conocer, morir, desear, hablar, existir, etc., son obviedades.
Son universales, afectan a todos. De tan presentes, se creen ya
conocidas y en nada provocan ya sorpresa. Pero es precisamente por
muchas de estas cuestiones que denominamos “obvias” por las que la
filosofía se siente fascinada. Son temas que la filosofía reivindica para
sí. Pero también son temas por los que la filosofía resulta envenenada.
La ética es un campo de estudio, es el espacio teórico de los fundamentos de la conducta moral, un objeto representado con tintes filosóficos y de defensa de los valores universales; la moral por su parte es acción práctica efectiva entre sujetos colectivos e individuales pero con aspiraciones y deseos altruistas donde todos desean ser felices aun cuando en la actuación práctica individual se actúe en contrario.
El curso de Reflexión ética que se oferta en el Bachillerato General por Competencias es introductorio a nociones y conceptos fundamentales para la reflexión moral, así como para la fundamentación ética de la conducta, en cierto sentido contradictorio, al no abordar las problemáticas éticas como ejercicios de entrenamiento práctico de la reflexión ética de la moral de la vida cotidiana, por esta razón se presenta un esquema inicial de corte instrumental para atender el cómo de la formación moral en un mundo plural.
El desarrollo de dilemas morales y la apuesta de una educación-contextualización de la reflexión moral es retomada a partir de una problemática a modo de estudio de caso, el de la eutanasia como muerte digna y el debate teórico que esto implica.
Palabras clave: Filosofía, ética, dilemas morales, eutanasia.
¿La naturaleza del ser humano es la de ser bueno o malo, o se vuelve bueno o malo por influencia de la sociedad? ¿La moral puede ser enseñada y con ello volver a los seres humanos por la senda del bien, del amor, del deber, del reconocimiento del otro, de la buena vida, de la responsabilidad compartida por un mundo mejor? ¿Existe una pedagogía y una estrategia didáctica que permitan formar al buen ciudadano con reconocimiento a la legalidad, al deber cívico y, en consecuencia, a la reflexión ética? Estas y otras preguntas son obligadas en la formulación de un curso de Reflexión ética en una institución heredera del laicismo juarista del siglo XIX, corresponsable con lo indicado en el inciso c) de la fracción II del artículo tercero constitucional, en el que se establece, entre otros puntos, que la educación contribuye a mejorar la convivencia humana en el fortalecimiento de las diversas culturas, la dignidad de las personas, de la familia y la convicción del interés general de la sociedad, en correspondencia con lo que se perfila en la Universidad de Guadalajara.
En el ámbito del nivel medio superior, la propuesta de una educación de calidad ha implicado la mejora continua de su propuesta de modelo académico centrando la discusión en el desarrollo de competencias con énfasis en las habilidades de autoconocimiento, comprensión, diálogo, respeto, participación, tolerancia y compromiso. En específico se busca que el alumno estudie, analice, aplique y juzgue el comportamiento moral desde las distintas orientaciones éticas, opte por soluciones a los problemas ético-morales que se le presenten a lo largo su proyecto de vida y fortalezca el grado de su compromiso individual y colectivo en la construcción de un mundo mejor.
Cuando la ética es pensada como educación moral de las personas, entonces se considera que un curso de ética busca enseñar principios morales para el buen comportamiento, por lo tanto se orienta en forma instrumental para ser guía para la vida cotidiana; lo fundamental es educar en valores, entendidos como expresiones de conducta universales. En esta perspectiva cobra fuerza la idea de moralizar a la sociedad como un bien mayor a modo de ruta para que todos los seres humanos sean buenos y responsables, se fortalecen los códigos éticos de tal forma que expresiones como obedecer a tus mayores o conducirte con respeto hacia los demás y dignificar a los hombres y mujeres son la constante.
Por otro lado, cuando la ética es pensada como reflexión filosófica de la conducta moral, entonces el curso de ética, además de conocer los fundamentos de la moral, es un ejercicio intelectual-teórico que cuestiona, desde la perspectiva de la pluralidad, el porqué de la moral como fuente reguladora de la conducta.
El curso de ética que se ofrece en el Bachillerato General por Competencias en la Universidad de Guadalajara (UdeG) es explicativo, es decir, teórico, no le corresponde emitir juicios de valor acerca de la moral efectiva o prescribir el buen comportamiento; por dicha razón es de la opción reflexiva, de tal forma que se hace necesario revisar y puntualizar a detalle lo que implica esta concepción y, como tal, conocer y aplicar las herramientas didácticas que se ofrecen para permitir en los estudiantes el desarrollo de competencias relativas a la toma de conciencia, autoconocimiento de los límites y posibilidades de su actuación individual y colectiva, del desarrollo de mecanismos de comunicación e interlocución con otros, del reconocimiento de las diferencias, de la actuación en el marco de la diversidad, de tolerancia y sentido de cooperación, pero sobre todo, de las formas de argumentación y construcción razonada de compromisos para la humanización y construcción de un mundo mejor.
El tema de la ética como disciplina filosófica no es abordada como una ética de normas a una de consecuencias, de a priori o a posteriori, de normativa a intelectualista; el asunto es complejo, la preocupación es de corte teórico disciplinar pero también de aproximación pedagógico instrumental sobre esta forma particular de acercar al alumno a este campo de estudio y de sus implicaciones en la vida cotidiana. Por esta razón es fundamental formular la siguiente pregunta: ¿existe en nuestros días la posibilidad de contar con referentes éticos universales que nos permitan una adecuada y pertinente actuación moral? La respuesta es no, a pesar de que esto ha sido una pretensión filosófica hegemonista que ha influido a lo largo de la historia de la filosofía occidental; el fenómeno moral es humano, por consiguiente ha generado prácticas diversas que, en su conjunto, son reconocidas como parte de la diversidad multicultural de la persona.
Es un hecho que no existe una moral y ética universal, esto nos acerca a una segunda pregunta que tiene que ver con la ética como disciplina filosófica en sí misma: ¿tiene la sociedad necesidad de una ética? O dicho de otra manera: ¿la humanidad puede desarrollarse, progresar, tener un futuro sin la ética? La respuesta sin lugar a dudas puede ser corta, restringida, limitada, con un sí o un no, pero existe otro punto de vista, uno caracterizado por su apertura; compleja, plural, abierta, donde la respuesta es “con una ética no, con varias éticas sí”. Esta es la idea que subsiste en el presente trabajo y que para el caso del enfoque del desarrollo y formación ético-moral en educación media superior nos obliga a replantear la enseñanza-aprendizaje de la ética de apertura, ética plural a partir de dilemas, como se sugiere en el programa de la unidad de aprendizaje Reflexión ética; en este sentido nos acercaremos desde el enfoque referido al abordaje de la eutanasia como muerte digna.
En este enfoque de corte pluralista debemos aclarar que los temas no son asunto de los valores, no es una cuestión voluntarista, contextualista, ironistas, relativista, comunicativa, reflexiva o reduccionista de todo ángulo de discusión respecto de si se está a favor o en contra de la eutanasia como una cuestión democrática y subjetiva de amar la vida y rechazar la muerte por los valores inculcados desde pequeños. La admisión de que todo es igualmente bueno y de que no hay opciones de valor superiores o mejores que otras ha generado una renuncia generalizada en los ámbitos escolares a tomar postura por opciones concretas, así como a identificar y representar opciones de un valor determinado. En el enfoque pluralista el asunto es de reconocer todas y cada una de las opciones a efecto de dar mayor certeza, que se fundamente con mayor diversidad el posicionamiento respecto de este fenómeno.
La ética pluralista es racionalista y de lo que se trata es de actuar bajo determinadas situaciones, se reconoce que la decisión es individual, que los motivos no son siempre fáciles de explicar y nada hay que no pueda enseñarse; la tarea de educar moralmente queda necesariamente limitada a un proceso de autorregulación y empoderamiento personal. En consecuencia, se trata de usar diversos métodos de autoanálisis que sensibilicen a los educandos sobre sus propios valores. La enseñanza-aprendizaje de la reflexión ético-filosófica implica un fuerte y escandaloso encuentro con los valores y sus fundamentos que han sido asumidos en forma acrítica dado que lo bueno, lo correcto, lo digno, lo valioso y lo justo no están claramente definidos.
La abundancia de alternativas, oportunidades y puntos de vista que aparecen en las sociedades modernas ofrecen un extenso abanico de posibilidades. Las problemáticas éticas que se indican en el programa de Reflexión ética1 son sólo algunas, por destacar enunciamos las siguientes: feminismo, sexualidad, biotecnología, bioética, justica, xenofobia, racismo, felicidad, entre otras, así como las temáticas relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo sustentable, la realización del proyecto de plan de vida y el ejercicio profesional.
Respecto del cuestionamiento de si la moral puede enseñarse en las aulas universitarias, en particular en el nivel medio superior (bachillerato) la respuesta resulta un campo de discusión, pues hay quienes pueden afirmar que sí, que la escuela es una prolongación de la educación moral que se recibe en la familia, que es en la preparatoria donde te enseñan normas de conducta para un ejercicio pleno de tu libertad en esa etapa de la vida y que es un espacio para reforzar valores; en otro sentido también hay quienes consideran que la moral no se enseña en este nivel educativo, lo que se aprende es ética como reflexión filosófica de los fundamentos del comportamiento moral, que lo importante es ser autoconsciente del proceso individual y colectivo de moralización de los individuos y de la necesidad de autorregulación, aplicación, valoración, responsabilidad y compromiso para una vida libre de ataduras, abierta a una constante búsqueda de la felicidad y de actuar en consecuencia con los principios universales de justicia, igualdad, derechos humanos y de respeto a la dignidad de los seres humanos como personas individuales.
Apreciar lo bueno y lo mejor, buscar la buena vida, estimar el deseo de amor a sí mismo y al prójimo contextualizando, dialogando, argumentando, es la apuesta para que el alumno se dé cuenta de cuáles son realmente los valores y pueda sentirse responsable y comprometido con ellos. Para estimular este proceso el estudiante debe de participar y compartir sus experiencias a efecto de que privilegie el compromiso, el autoconocimiento consciente del entorno y de los valores absolutistas imperantes en su contexto social y familiar evitando actitudes dogmáticas, de adoctrinamiento y de enfado.
El docente por su parte y sin lugar a dudas ha tendido lazos exploratorios del grupo en general y en particular de ciertos individuos o actores que pueden generar un clima de cordialidad o de enfrentamiento, es necesario reconocer a los estudiantes dominantes (que por lo general asumen una postura dogmática y no son nada reflexivos en temas de filosofía; son escasos los comprometidos), de apertura (por lo general cooperativos, eso sí reflexivos y comprometidos) y los evitativos e indiferentes (que evitan alusiones y buscan permanecer al margen de todo, son complacientes, se asocian por simpatía o comodidad con lo dicho por algunos de sus compañeros a los que consideran por encima de su postura o sus amigos, su posición es la que ellos asuman). En este sentido se reconoce lo anterior como contexto interno y clima escolar prevaleciente en el salón de clase.
Una vez establecido el tema es preciso establecer el encuadre,2 los recursos, las actividades individuales y por equipo; los tiempos, propósitos y productos se trabajan en lo indicado en el plan clase3 a partir del siguiente esquema:
Momento | Abordaje | |
---|---|---|
Evaluación | Inicio | Exploración de saberes previos:
Grupal Identificar el porcentaje de los estudiantes que conocen o han oído hablar del tema. Establecer una pantalla con las diez principales ideas sobre qué es la eutanasia. Individual Responder a los cuestionamientos iniciales
¿Qué te ha llamado la atención del tema de estudio? ¿Qué sabes y qué te gustaría investigar sobre este tema? ¿Para qué te puede servir el tema? |
Desarrollo | Reflexionar (establecer un juicio respecto de la decadencia de la vida).
Al grupo se le presenta el dilema y se formulan las preguntas a responder en lo individual para establecer las características del juicio moral y se realiza un autoexamen respecto del nivel de desarrollo moral establecido por Kohlberg. Se debate en grupo y se retroalimentan las visiones desde el ámbito de la filosofía. Las tendencias filosóficas a analizar son:
¿En el caso expuesto, dilema moral, se aplica la muerte digna sólo en el supuesto de una enfermedad terminal de un paciente que no desea vivir sus últimos días con dolor? Se formulan conclusiones. Evaluación ¿En qué medida se presentan y defienden argumentos teórico-filosóficos para conocer el fundamento teórico-moral de la eutanasia? ¿En cuál de las tendencias filosóficas inscribes tu argumento y por qué? |
|
Cierre | Retoma las respuestas formuladas en el momento de inicio y redacta de nueva cuenta tu respuesta como parte del cierre; identifica qué se conservó y qué cambió en tus respuestas.
Integra el producto en los términos del encuadre y la rúbrica de aprendizajes esperados. Responde a la siguiente pregunta: ¿La muerte digna es sólo aquella que se presenta sin dolor? Evaluación ¿Qué es la eutanasia y por qué se establece la necesidad de que como estudiante de bachillerato tengas un posicionamiento sobre este tema? Si te encontraras en el supuesto de opinar y fundamentar lo dicho sobre este tema, ¿qué dirías y con qué lo fundamentarías? |
El estado de la cuestión del contexto interno y externo del aula sin lugar a dudas es polémico, complejo y delicado. El problema de la eutanasia de entrada amerita un análisis plural por parte de los saberes especializados en las diversas áreas y disciplinas científicas, humanistas y tecnológicas. Por el momento no se abordará en este espacio para explicar los tipos de eutanasia que se han clasificado, ni se pretender argumentar en pro o en contra de la aplicación de la muerte directa o indirecta de lo que es la vida para un ser humano que desafortunadamente entra en una fase irresoluble y terminal. Tan sólo nos detendremos a explicar cómo la ética como disciplina filosófica puede sugerir aportaciones para la comprensión crítica y eventual posicionamiento sobre este fenómeno humano, pues para abordar esta y todas las temáticas sugeridas en el programa, se requiere también de las aportaciones de jurisconsultos, historiadores, literatos, psicólogos, médicos especialistas en diversas áreas, sociólogos y religiosos, según el tema de que se trate.
Entendiendo por una ética plural la posibilidad de reflexionar y argumentar desde varias posturas o plataformas filosóficas que en el transcurso de la historia de la filosofía moral han realizado aportes importantes para la clarificación de los temas morales que preocupan a la sociedad y que se presentan en este momento a partir de la estrategia de desarrollo del juicio moral a partir de dilemas éticos.
El abordaje de dilemas ético-morales es una estrategia de participación grupal democrática para expresar la necesidad de una educación moral, la que se determina en la medida en que se observa un desarrollo moral de tipo sociocognitivo, es decir, una educación centrada en un proceso de consolidación de principios y valores para la acción en forma cooperativa, no como definiciones sino como proceso cognitivo de compromiso de explicación de nuestra conducta bajo ciertos aspectos de la interacción social. En este mismo sentido, el estudio de los casos difíciles o paradójicos desde el plano reflexivo de la filosofía moral se abordan a partir del análisis de una ética plural.
Desde el punto de vista de la estrategia de desarrollo de dilemas, el proceso formativo no es de una simple tarea de clarificación de valores, se busca que el colectivo de estudiantes tenga una respuesta razonada desde un determinado ángulo de lectura o de explicación filosófica, no es el juego de la torre de Babel donde todos exponen sin apertura a las otras visiones; el ejercicio pluralista consiste en identificar convergencias, en hacer conciencia, educar para la convivencia, educar a efecto de estimular procesos de libertad y toma de decisiones en el proyecto que sorteará el estudiante a lo largo de su vida.
Kohlberg, siguiendo a Piaget, establece que la madurez moral se encuentra relacionada con la restructuración (hipótesis evolutiva) mental del significado que un sujeto le atribuye al orden moral que le rodea (hipótesis cognitiva). La noción de aprender a ver las cosas desde la perspectiva del otro (empatía) se relaciona con el concepto de justicia que se comparte como dignidad, igualdad y reciprocidad. La comunicación y verbalización de los valores particulares de un sujeto con los que interactúa en su experiencia diaria es estudiada como desarrollo del juicio moral, como superación del conflicto a partir del cual entran los valores sustentados en una educación a través de dilemas morales.
El problema de la eutanasia4 ha sido catalogado en nuestro país de manera general como una práctica inmoral que atenta contra el principio fundamental de la vida, las más de las veces se le ha constituido en una especie de tabú por nuestra sociedad. La razón es simple: desear y pedir tu muerte es malo, es locura y desde el punto de vista del profesional de la salud es un delito; las implicaciones son vastas si se considera el hecho de que la mayoría de la población profesa una religión: 82.7% participa de un credo cristiano católico, 5.0.% son evangélicos, 1.6% pentecostales, 1.4 testigos de Jehová, 0.7% protestantes, 0.1% judaicos, 2.7% no especifican y 4.7% se declaran no ser partícipes de ningún tipo de creencia religiosa, lo cual implica la tónica que tomará de coincidencia o conflicto entre alumnos o incluso del profesor frente al grupo, refrendado con ello el punto expuesto en el que nos referimos al posible enfrentamiento de visiones del mundo y la habilidad del profesor para negociar y conciliar puntos de acuerdo.5
Por el segmento de edad de los estudiantes de bachillerato (de 15 a 19 años) la declaración de adherencia católica cambia, es de 60 en relación con el 40% que se dice no poseer ninguna creencia religiosa. En la actividad de inicio cabe señalar que se puede trabajar el reconocimiento de la tolerancia como forma de vida respecto de temas y problemas a los que se enfrenta la sociedad posmoderna. Por otro lado, la escolaridad de los padres y con ello la apertura de dialogar respecto de este tema es fundamental.6 La escolaridad familiar que los grupos presentan es de primer semestre de preparatoria, esto es, más del 50% de los padres de familia tienen la secundaria y un 38% estudios de bachillerato o especialidad técnica y sólo el 10% estudios de licenciatura y 2% estudios de posgrado.
La información y socialización de este tema en las redes sociales no ocupa un lugar de preferencias, se limita a hechos noticiosos y desgraciadamente la lectura razonada de este tema no es apasionante, pero en el caso del estudiante este puede ser detonador de documentación familiar y toma de conciencia. El 90% de los estudiantes cuentan con internet en casa y tienen un acercamiento a la educación en pantallas, como ha sido llamado por los ingenieros en servicios computacionales.
Para desarrollar y fundamentar su posición teórico-filosófica el estudiante puede documentar los casos de muerte asistida en otros países y colocar el tema en México con la relevancia del caso. ¿Cuáles han sido las batallas médicas y legales a las que se han enfrentado las personas que han buscado la eutanasia como salida a una muerte injusta? ¿Hasta dónde es posible respetar la decisión de una persona que desea la eutanasia? ¿Es digna la existencia humana de alguien que no cuenta con un mínimo de calidad de vida? ¿Cómo podemos evitar el sufrimiento sin violentar la autonomía y la dignidad personal?
Es un hecho: los datos anteriores reflejan un profundo sentimiento religioso de una considerable cantidad de mexicanos, pero también resulta que expresan una postura abierta respecto del tema de morir con dignidad, no tiene vigencia el principio religioso del pacto de fe al ofrecer el dolor del fin de nuestra existencia material a cambio de sortear la última prueba de fidelidad cristiana de morir como Jesús para salvar a los creyentes y los no creyentes. Los jóvenes mexicanos de las escuelas públicas cuentan con una postura más secular respecto de sus padres y abuelos, creen en la vida eterna pero no a cambio de sufrir enfermedades dolorosas que es la llave para entrar al debate de la eutanasia como es el caso que nos ocupa, un paciente enfermo dictaminado clínicamente en estado terminal.
Por último, el momento de cierre es una cuestión de valoración, recuperación y reformulación de conceptos éticos, tales como la vida en plenitud y muerte digna. Por esta razón, con base en lo aprendido se formula un posicionamiento personal que recupere la diversidad de opciones, las explicaciones y preocupaciones a partir de las cuales se ha presentado y debatido el tema en la vía de una formación ética para lo largo de la vida.
El sentido de la ética es una cuestión teórica. La enseñanza a partir de dilemas se constituye como referente para ser tratado mediante un esquema que simplemente se ha dado en llamar ética aplicada, en este caso como ética plural. El asunto inicial desde este punto de vista busca, además de clarificar conceptos, reconocer los fundamentos y visiones implicados en la toma de decisiones, es un asunto teórico. La forma de cómo debe ser tratado el problema de la eutanasia es en principio el de realizar un acercamiento al contexto propiamente social, hoy también identificado como externo e interno, de la escuela y del aula de clase.
El tema por principio no se refiere a educar en valores cuando ciertamente puede enfocarse en ese sentido, no se trata estrictamente de conceptualizar valores morales para autoconciencia y autorregulación, sino de enjuiciamiento, de revisión analítica de las conductas efectivas para su valoración o de reconocimiento de los límites en ese marco de apertura y diversidad de las relaciones humanas. Por ello, resulta necesario plantear que el argumento de si la educación moral es un asunto de valores, que claro que lo es, no es el asunto central de la ética plural, en otras palabras, la conducta moral efectiva se presenta en el marco de la conformación ciudadana como instrumento alrededor de este y de todos los temas propuestos como problemáticas éticas a considerar en el desarrollo moral desde el punto específico de ética plural, reflexiva.
Al reconocer el tema de la eutanasia como un campo de reflexión en la práctica docente se requiere iniciar con actividad de tolerancia frente al tema de la muerte digna dado que influyen con fuerza las cuestiones religiosas, pero también los niveles educativos y la información con la que el joven estudiante de preparatoria dispone socialmente.
1 En el marco de la práctica docente se han reflexionado, atendiendo las inquietudes de los alumnos, problemáticas relativas a legalización y consumo de enervantes con fines recreativos y medicinales, clonación, renta de úteros, equidad de género, aborto, pena de muerte, suicidio, alimentos transgénicos, derecho a la información, fecundación asistida, trato digno a los animales, sociedades de convivencia, violencia intrafamiliar, bullying, entre otras.
2 El abordaje de los temas referidos a las problemáticas éticas se podrá realizar a partir del presente esquema.
3 En el caso particular de la planeación didáctica de academia y de plan clase del profesor se observan 4 momentos: 1) inicio, apertura o preliminar; 2) desarrollo, de trabajo, de construir o elaborar productos; 3) cierre, de recuento de los puntos centrales del producto y de continuidad o encuentro con el tema siguientes establecido el avance programático; 4) evaluación, recuperación metacognitiva de lo realizado y aprendido y de calificación o puntuación sumativa establecida en el encuadre.
4 El término “eutanasia” está formado con las palabras griegas eu y thanatos que juntas significan placer y muerte respectivamente, en sentido literal es “muerte buena” o “muerte placentera” lo que equivale a decir sin dolor, asistida, suave, sin sufrimientos, significados que sin lugar a dudas no atienden lo que se quiere decir cuando se habla de eutanasia propiamente dicha.
5 En Jalisco la situación de la preferencia de creencias religiosas cambia, se establece que el 95.4% de la población es cristiano-católica, en tanto que en Chiapas sólo el 58% de la población se asume católica. Información recuperada de la página http://www.rifrem.mx/wp-content/uploads/2017/10/INFORME-DE-RESULTADOS-EncuestaNacionalMexicoCreenciasyPracticasReligiosas-2017-05.pdf.
6 México presenta grandes diferencias en cuanto a la escolaridad acreditada; la escolaridad promedio es de 15 años, equivalente a primer año de bachillerato, en tanto que en lo general se cuenta con 6% de la población que no acredita instrucción, el 10% establece que no cuenta con la primaria concluida, el 18% con certificado de primaria, el 24% con secundaria, 22% con educación media superior, carreras técnicas y bachillerato, el 16% con estudios de licenciatura y 3% con estudios de especialidad de más de 2 años y maestría y apenas el 1% con estudios de doctorado.
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Manuel Correa Castañeda
Luis Rico Chávez
Exposición en el MUSA
Exposición en el MUSA
Laura Preciado
Paulina García
Paula Toledo
Andrea Avelar